Gran jornada en el estado Nuevo Mirandilla. Desde el principio del partido, Cádiz y Rayo Vallecano se chocaron sobre el centro del campo en un encuentro muy trabado, donde el conjunto madrileño buscaba sacar provecho de las segundas jugadas y los cadistas meter velocidad a las bandas para conectar con centros laterales con los hombres de arriba.
Los primeros veinte minutos consistieron en unos tanteos que dieron pie a algunas jugadas desde ambas bandas y para ambas escuadras.
Varios centros de los cadistas llevaron el peligro al arco de Dimitrievski, mientras que el Rayo anotaba en el minuto 21 un gol que sería invalidado por fuera de juego de Raúl de Tomás, cuyo pie fue lo último en impactar sobre el balón antes de que rebasara la línea de gol. Este y un disparo de Théo Bongonda desde la frontal fueron las jugadas más peligrosas de la primera mitad hasta los momentos anteriores al pitido que marcaba el descanso.
Una falta botada por Isi que despejaba Conan de puños y un disparo de Sergio Camello desde la frontal que se marchaba fuera fueron las jugadas con las que el árbitro marcaba el camino a vestuarios. En esta segunda mitad, los cadistas iban a protagonizar la ocasión más clara de lo que iba de partido. Sergi Guardiola, tras una gran jugada personal, se plantaba ante Dimitrievski y este le ganaba la partida atajando por bajo la pelota.
El propio Sergi, en el 75, iba a volver a pisar el área con el balón tras una jugada colectiva y, esta vez, sí conseguía batir al portero rayista para poner al equipo gaditano por delante en el marcador. Este gol iba a subir la temperatura sobre el terreno de juego, y por tanto la intensidad.
Con un descuento de nueve minutos en el que pasó de todo, los rayistas se colgaron sobre el área en la que Conan Ledesma y la defensa supieron defender el resultado para llegar al final del encuentro con uno a cero. Una victoria de oro para los hombres de Sergio González.
Sigue el equipo gaditano con la buena racha, tanto en juego y en resultado.