El vicepresidente cuarto de Diputación y responsable del Área de Cooperación y Asistencia a Municipios, Javier Pizarro, ha representado a la provincia de Cádiz en el grupo de trabajo constituido en el Parlamento de Andalucía para adoptar medidas que puedan combatir la actual situación de sequía.
En este foro comparecerán unos 40 representantes de instituciones públicas, universitarias, organizaciones empresariales, confederación hidrográfica, colectivos agrarios, ganaderos y forestales, así como de empresas dedicadas al abastecimiento de agua y saneamiento. En este proceso de consulta se pretenden determinar propuestas comunes que permitan asegurar el abastecimiento a poblaciones así como a instalaciones de interés general; además de establecer prioridades y modular las dotaciones de agua en los usos agrario, industrial y turístico.
Pizarro ha indicado que “la provincia de Cádiz es una de las afectadas por la sequía”, tras precisar el volumen de agua que se almacena en los principales embalses. Como promedio las reservas hídricas alcanzan un 30 por ciento de la capacidad total. De hecho, el mayor embalse –el Guadalcacín- contiene 211 hectómetros cúbicos sobre un total de 800. Por cuencas el vicepresidente cuarto de Diputación detalló que “el sistema del Guadalete se encuentra en situación de escasez severa”, mientras que “los del Celemín y el Barbate están en escasez grave”. Datos que se suministran “en un mes de abril que ha sido el más seco de los últimos años”.
A tenor de estas circunstancias, y de la tendencia que se está implantando, Javier Pizarro ha pedido a la Junta de Andalucía que explique cuál es el desarrollo de las obras de interés general –conforme a la programación acordada el 16 de abril de 2020-, “de las que desconocemos su situación actual”. Proyectos que son de “extrema urgencia” y que prevén dos actuaciones en la provincia de Cádiz: la nueva conducción de abastecimiento desde el embalse de Guadalcacín hasta el partidor de Perula y las obras para mejorar el suministro en la comarca de La Janda.
Javier Pizarro expuso en el Parlamento autonómico “la situación crítica del campo” que no admite más dilaciones en lo que se refiere al desarrollo de las infraestructuras pendientes. En la provincia de Cádiz, según dicha exposición, “los más afectados son los cereales y el olivar”, si bien también hay serias amenazas en “hortícolas, algodón, viña y arroz. Además, si el ganadero no tiene pasto tendrá que comprar pienso”. Abundó en situaciones problemáticas como la de aquellos agricultores “que están decidiendo no llevar el trigo a maduración y segarlo en heno para así poder alimentar a sus reses”, además de incidir en los riesgos de incendios forestales y la incertidumbre en sectores como el de extracción del corcho.
En sus conclusiones concretó la necesidad de establecer “paquetes de ayudas” desde la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, así como desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de manera que se puedan compensar las pérdidas de los sectores afectados.