Los viñanos de Manolín Santander vuelven a asaltar el Falla. Carlos Pérez y Manuel Santander componen la música. Para la letra, colabora José Manuel Sánchez.
El humo vuelve al escenario del Gran Teatro Falla con estos villanos. Se presentan los chirigoteros más malvados de todo Cádiz. Cuentan que han secuestrado a José María González ‘Kichi’ y que vienen preparados para atacar.
La primera copla es un piropo al barrio de La Viña pero que denuncia su precariedad y pobreza. Dicen que un rayo de luz entra por las casas y deja a la vista el paro y los desahucios. Echan la culpa de manera general a todas las personas que dejan que esta situación ocurra y «a los que hacen sufrir a mi gente».
El segundo pasodoble rinde homenaje a los autores clásicos del Carnaval de Cádiz como Fletilla. Explican que intentan respetar el ritmo clásico del pasodoble y que no hacen música comercial porque no les hace falta recorrer España entera. Aconsejan a los nuevos que empiezan en esta modalidad a que recuerden de dónde vienen y declaran «que mientras yo esté no se muere la chirigota pura de Cádiz».
En la tanda de cuplés, se comentan las patatas con sabor a vagina y las freidoras de aire. En el estribillo, estos chirigoteros dicen que son muy malos, pero «cuando yo veo sangre, yo me desmayo, yo me desmayo».
En el popurrí, se critica la subida de los precios de la alimentación. También confiesan que son los que secuestran a todos los agapornis de Cádiz. Después, demuestran por qué hay un viñano en nosotros y comentan todos los fallos de los villanos de las películas.
Se marchan estos villanos del Gran Teatro Falla con el público en pie.