Los negros vuelven al Falla volando. David Fernández y Raúl Rodríguez han compuesto la letra y José Manuel Pedrosa, Antonio Rodríguez y Eduardo Bablé, la música. Dirige el coro Pedrosa.
Tras un sentido homenaje a Julio Pardo al principio de la sesión, el telón se vuelve a subir. Salen a escena estos cuervos. En la presentación, indican que viven en libertad y que le sacarán los ojos a aquellos que se la arrebaten. Tras la presentación, dos componentes ponen un ramo de flores envuelvo en un papel negro en el frente del escenario a modo de homenaje al corista Julio Pardo.
El primer tango va dedicado al corista fallecido: «¡va por ti, Julio!». La letra habla del racismo que muestran algunas personas cuando se refieren a las personas negras. El coro indica que decir la palabra «negro» no es racista, sino explotarlos laboralmente o marginarlos.
La segunda copla va dedicada a Eva Aza, mujer romancera víctima de violencia machista durante el pasado enero. Siguiendo la misma estructura que un romancero, el coro critica las políticas y la conducta de los hombres que maltratan.
En el primer cuplé, se trata con humor el pregón de Joaquín Quiñones y la relación entre la política y el carnaval. El segundo se burla de las declaraciones de Ortega Cano sobre su actividad sexual. El estribillo dice así: «para los cuervos solo nos queda la inteligencia que la tenemos, siendo tan negros, como la torre de preferencia… la inteligencia, la inteligencia».
En el popurrí, tal y como permite el reglamento del COAC, un contrabajo y un saxofón acompañan a los instrumentos tradicionales. Se habla de la libertad y la luz de la ciudad de Cádiz. Estos negros dedican otra cuarteta al Carnaval de Cádiz y cómo en esta fiesta los carnavaleros expresan sus pensamientos.
Estos cuervos negros se despiden del público del Gran Teatro Falla expresando que «es el negro mi color».