Tras, el pase de preliminares, Antonio Rivas y Julio Pardo presentan dos nuevos tangos y dos nuevos cuplés para cuartos de final.
El público anima al coro mientras el telón se sube y el humo invade todo el foso de prensa y parte del patio de butacas. Se encienden unas luces azules y los tipos de los componentes brillan. En la presentación cuentan que viajan iluminando el mundo porque su luz es de Cádiz: «lo mismo que las luciérnagas».
El primer tango empieza declarando el tema principal: «una letra para el Cádiz». Estos luciérnagas dicen que llevan su pasión por el Cádiz C.F. allá por dónde van y recuerdan momentos de su infancia en el Estadio. Sin embargo, dicen que «aquello murió para siempre» y culpan de eso a Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz C.F. Lo culpan de no poner solución a los malos resultados deportivos.
El segundo tango denuncia que ahora la gente se ofende por las cosas que se cantan en el Carnaval de Cádiz: «me recuerda a la censura de la puta dictadura». Se quejan de las personas que «siempre critican y nunca aportan nada». Anima a las otras agrupaciones a plantarles cara y seguir siendo libres «como en la calle, pero en el Falla».
En la tanda de cuplés, hacen chistes con las diferencias entre Andalucía y Cataluña y el rumor de la existencia de un fantasma en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz. «Si el mundo fuera más gaditano» es el final del estribillo que soluciona los problemas del mundo.
En el popurrí, dedican una primera cuarteta a las características de la ciudad de Cádiz, así como la personalidad de los gaditanos y gaditanas.