La comparsa del ‘Chapa’ y Raúl Cabrera, ‘Los colgaos’, pelean con sus pasodobles por un hueco en la gran final del viernes 9 de febrero.
‘Los colgaos’ del ‘Chapa’ y Raúl Cabrera se posicionan sobre las tablas del Gran Teatro Falla. Se sube el telón y empieza la presentación con luz solo en el forillo. Todo está a oscuras hasta que las luces nos dejan ver un tipo de colores variados y brillantes. En la presentación, estos peculiares piratas nos invitan a subir a «la nave de los locos» y explican que roban ellos a Cádiz para que no la roben otros: «antes de que nos la roben, nosotros nos la llevamos».
La primera letra es una crítica a los terratenientes que gobernaron a su antojo en Andalucía tanto en épocas pasadas como ahora. Destacan que la familia Alba han robado el agua destinada a Doñana con pozos ilegales. «Garrapatas de la sangre azul», así los describen. Piden que se vayan y los condenen por «robar la sangre de mi Andalucía».
El segundo pasodoble empieza relatando los sentimientos de los aficionados al Carnaval de Cádiz: aquel que lo disfruta en el extranjero, el compañerismo en las modalidades, la cantera, la búsqueda de la inspiración en la Alameda… Declaran que estas «pasiones» le dan sentido a la fiesta. Critican que «el fanatismo y la mediocridad están pudriendo este teatro».
El primero de los cuplés comenta con humor el estado de salud de Miguel Bosé. Mientras que el segundo habla de la moda de hacer alpinismo y la relaciona con una noche de carpa. El estribillo lanza un piropo a Cádiz y recuerda a diferentes autores, entre los que destaca Juan Carlos Aragón al que llaman «mi Capitán Veneno».
Para finalizar con la actuación de cuartos de final, la comparsa nos regala un popurrí lleno de piropos a Cádiz y mucha crítica. En una cuarteta, tiran por la borda a varios colectivos como falsos gaditanos o algunos concejales, pero se quedan con algunos como Fermín Salvochea y Paco Alba. En otra cuarteta, le rezan a una «estrellita» por su tierra. Se despiden con una cuarteta muy al tipo y de homenaje a Cádiz.
El barco de estos ‘colgaos’ sigue su rumbo y el público lo despide con un gran aplauso.