‘No le doy más vueltas que me caliento’ es el nombre completo de esta chirigota que viene desde la localidad próxima de Algeciras.
Se sube el telón y toda la sala queda a oscuras, a excepción de una tenue luz que solo deja ver el humo que sale del escenario. Empieza la presentación y descubrimos a este grupo de encargados de un asador de pollos. El tipo tiene un sombrero con un pollo asado con patatas encima, un delantal con fuegos y pantalones rojos.
La letra es de José Rafael Castro Maíllo, Agustín Carlos González Galiano y Álvaro Castro Gavira. La música es de Agustín Carlos González Galiano.
En el primer pasodoble, que puede parecer de presentación, estos chirigoteros nos explican cómo trabajan en el asador de pollos. Después, nos cuentan que tuvieron la oportunidad de contratar a una persona con discapacidad. Al principio se lo pensaron pero, tras ver su dedicación y profesionalidad, no se arrepintieron.
La segunda letra va dedicada al acento de Andalucía. Reivindica la existencia y validez del acento sureño y critican la nueva medida implantada en el Congreso de Diputados de incluir a todas las lenguas oficiales de España. Dicen que lo que realmente importa no es el idioma, sino «las ganas para entenderse».
Para la tanda de cuplés, utilizan un pollo de goma. El primero de los cuplés hace un chiste con la Nutella y las suegras. El segundo comenta las cosas en la que piensan cuando mantienen relaciones sexuales. «Me voy a hartar, me voy a hartar de pelar papas y freír pimientos» es el final del estribillo.
Antes del popurrí, el público del Gran Teatro Falla ameniza la espera haciendo sus particulares pedidos a estos chirigoteros. En una cuarteta, destacan la rapidez con la que pelan y cortan patatas y, en otra, cuentan la historia de cuando les llegó una clienta quejándose de que su pedido tenía un pelo.
Se marchan estos chirigoteros de las tablas del Gran Teatro Falla y se baja el telón.