El concejal de Gran Ciudad, Javier Bello, ha acompañado a la hermandad de la Virgen del Carmen en la celebración del Día de la Familia del Mar, que este año reconoce la labor de las monjas Comendadoras del Espíritu Santo y de Francisco Rueda Alonso.
La hermana mayor de la Hermandad del Carmen, Mar Vázquez Parra, ha subrayado la labor altruista del convento desde su fundación, «así como su vinculación al ámbito pesquero, y el hecho de que Francisco Rueda Alonso representa a una de las familias más simbólicas del sector, marinera al 100%, ejemplo de superación y de entrega a su devoción carmelita».
La concesión de los reconocimientos tuvo lugar tras la eucaristía, oficiada por el sacerdote jesuita Francisco Marrero y que en esta ocasión acogió el convento.
El concejal de Gran Ciudad, Javier Bello, subrayó la labor solidaria que realizan las monjas y también la educativa, «formando en los valores cristianos, y situando la fe católica en el centro de su enseñanza», sin olvidar en su intervención mencionar la relación del convento con el sector pesquero. Bello afirmó que desde él, sito a la orilla del río, «se vela a diario por los hombres del mar, pidiendo a la Virgen del Carmen por ellos y por sus familias».
De igual forma, el concejal aplaudió la trayectoria profesional de Francisco Rueda y enfatizó la oportunidad de continuar realizando este acto, que sirve, argumentó, «para que los portuenses se aperciban de la importancia que tienen muchos hombres, con sus correspondientes familias, en la historia reciente de la ciudad, hombres que trabajaron con gran esfuerzo, poniendo en riesgo incluso su vida, para alimentar a los suyos, concediendo, al tiempo, una idiosincrasia concreta a El Puerto, ciudad ligada al mar desde sus más antiguos orígenes en la que constituye una característica básica en su fundación».
La madre abadesa del Convento, sor Candelaria Mejías, aseveró que la distinción «llena de alegría el corazón de las hermanas», no por ellas, aclaró, «sino por su Santísima Madre». Mejías recordó el origen del actual monasterio como hospital de San Lázaro y San Telmo, en el que muchos hombres del mar, en virtud de un privilegio llegado desde Roma, fueron enterrados, y la gran vinculación que mantuvo y mantiene con el mundo pesquero.
En nombre de Francisco Rueda intervino su hijo Javier, quien señaló que su padre, que hoy cuenta con 78 años de edad, comenzó a trabajar en plena adolescencia, con solo 14, para ayudar en la economía de la casa, obteniendo posteriormente el título de patrón de pesca y faenando en numerosas embarcaciones, forjando una trayectoria en la que llegó a ser armador y durante la cual tuvo incluso que sobrevivir a un naufragio. Javier Rueda comentó que la Virgen del Carmen siempre forma parte de la vida de su padre y que el 16 de julio, Día de la Virgen, se celebra como una jornada grande en el seno de su familia, mayormente marinera por ambas partes. Francisco Rueda, ya jubilado, dedica hoy su tiempo a su esposa, sus dos hijos y sus tres nietos, y para los suyos, expuso Javier, siempre será un profesional ejemplar y un padre aún mejor.
La jornada concluyó con una entrañable convivencia en la bodega del Club de Rugby Atlético Portuense.