La comparsa de El Chapa vuelve al Falla. Miguel Ángel García ‘El Chapa’ ha compuesto la letra y Raúl Cabrera, la música. Francisco Javier Bohórquez dirige la agrupación.
Con un público muy animado, salen a escena estas marionetas. En la presentación, esta comparsa sueña con que algún día «todos los esclavos tengamos la libertad». Le cantan a un teatro en el que se sienten atados de pies y manos y sueñan con romper las cadenas.
El primer pasodoble compara la Semana Santa con el Carnaval. Tratan al Carnaval como si fuera un religión y las dos semanas de festividades las compara con los días sagrados de la Semana Santa. «y el domingo de ramos, hace su entrada triunfal el tango». De esta manera celebran que el Carnaval vuelva a sus fechas tradicionales y reconocen que su Semana Santa son los carnavales.
La segunda copla cuenta la historia de una mujer que era una marioneta y que huía de su titiritero. También habla de un hombre que era una marioneta que huía de la titiritero. Ambos se encontraron y se curaron las heridas el uno al otro. Rinden homenaje al amor sano y piden que todo aquel que esté sufriendo por amor que «salga corriendo», que habrá alguien que lo estará buscando.
En los cuplés, se comenta con humor la guerra de Ucrania y IX el Congreso Internacional de la Lengua Española. El estribillo dice así: «y Cádiz yo tengo otras cuerdas que me desatan, que me hacen libre, que me desgarran… y son las cuerdas benditas de mi guitarra, de mi guitarra, de mi guitarra».
En el popurrí, nombran muchas situaciones en las que nos sentimos atados. Jugando con el propio tipo y atrezo, clasifican los dos lados del espectro político: izquierda y derecha. Se habla de los roles de género y cómo estos limitan a los niños. Se invita al pueblo a levantarse y vivir en libertad. Finalmente, se deshacen de las cuerdas y se declaran libres.
El público se pone en pie para despedir a Los esclavos de El Chapa.