La chirigota del Cascana vuelve otro año a divertir al público del Falla: «No hay verano sin besos».
Nada más subirse el telón, el público recibe a la chirigota con aplausos y coreando el nombre de El Libi, reconocido carnavalero por su trayectoria y componente de esta agrupación.
Se encienden las luces y se descubre el tipo de la chirigota del Cascana: las jugadoras de la Selección Femenina de Fútbol y Luis Rubiales. En la presentación, se autoproclaman “campeonas del mundo” y se meten con Rubiales. Reivindican que “la mujer florero ya no volverá”.
Antes de empezar los pasodobles, hacen juegos de palabras con los nombres de algunos jugadores de fútbol. La primera letra empieza describiendo las diferentes formas de besar y destacan el primer beso. Así, reivindican que “mutuos son los besos, mutuo es el amor” y recuerdan a Paquito del Mentidero de quién les faltan sus besos.
La segunda reivindica a las mujeres que se apoyan entre ellas y contribuyen al feminismo: «lo que hace falta son menos Rocíos Monasterio y más Marías Jiménez».
En los cuplés, el primero hace un peculiar homenaje a Willy, componente de la chirigota que ha fallecido recientemente, y el segundo critica la burocracia y la polémica que implica a Manolín Santander. El estribillo lo susurran prácticamente entero tapándose la boca como hacen los futbolistas y terminan con: «cuando llega el Carnaval».
En el popurrí, dicen las ganas que tienen de salir con la comparsa femenina ‘We Can Do’ y comentan la polémica del beso de Luis Rubiales hacia Jenni Hermoso. También dedican varias cuartetas a Luis Rubiales, su físico, su madre y su dimisión. En mitad del popurrí, hace un cameo el Canijo de Carmona, autor reconocido de la modalidad de chirigota.
Se despiden con una cuarteta dedicada al Gran Teatro Falla y al Carnaval de Cádiz. El público responde cantando «chirigota, chirigota» y aplausos. Unos figurantes vestidos de blanco salen con una pancarta en la que se lee: «por la municipalización y la dignificación del servicio de ayuda a domicilio».